En El Cielo Con Diamantes by Senel Paz

Author:Senel Paz
Language: es
Format: mobi
Tags: dramaturgy
Published: 2011-09-17T22:00:00+00:00

19. Arnaldo

¿Por qué habré mencionado el asunto de la brujería y el mal de ojo? Desde entonces me viene dando vueltas en la cabeza una historia que demuestra, mejor que ninguna otra, que el mal de ojo es tan devastador como la brujería y que sobrevive en nuestro país a pesar de que hemos abrazado una filosofía científica y objetiva. Lo que te voy a contar, con la mayor brevedad, no es invento mío ni me lo contó nadie, es historia verídica, pues ocurrió en nuestro pueblo, delante de mí y de otros veinte mil.

En la escuela yo no decía ni una palabra acerca de estos misterios, porque de haberlo hecho, si llegaba a los oídos de la profesora de Literatura o la gordita Ofelia, cualquiera de las dos, me habrían agarrado por una oreja y me habrían llevado hasta la dirección o el local de la Juventud Comunista, según fuera el caso, donde me habrían tirado a una silla y me habrían señalado, sin derecho a defensa, como portador de una visión retrógrada del mundo ya superada por nuestro pueblo, y, en menos de lo que te lo cuento, hubiera quedado yo expulsado de la escuela y vetado de por vida para las carreras de derecho, periodismo, sicología, pedagogía, varias ramas de la medicina, algunas de las ciencias sociales y otras tantas de humanidades, todas las cuales, en conjunto, y por suerte, me importaban un bledo porque lo mío siempre fue la ingeniería y la mecánica. No creas que exagero. Qué va. Aquellos tiempos no eran buenos para andarse uno preguntando de dónde venimos, qué somos y para dónde vamos. Veníamos del mono, éramos revolucionarios e íbamos hacia formas superiores de organización productiva y social y punto, cuidadito con pensar otra cosa. Las propias deidades, tanto del panteón católico como del africano, así lo comprendieron y dispensaron a sus fieles de toda manifestación pública de lealtad, en tanto que ellas y ellos, hasta tanto soplaran vientos mejores, se fueron a convivir con las cucarachas al fondo de los baúles o recogieron el estómago y se adaptaron al espacio que queda entre la pared y un retrato de Lenin.

Para ser justos, de darse el caso conmigo o cualquier otro de los que manteníamos nuestras creencias, no creo que, por propia iniciativa, el director hubiera llevado el asunto demasiado lejos, porque él mismo debía de creer en alguna cosilla, pero como procedía de las filas del antiguo Directorio Revolucionario, en tanto la profesora venía de las del Partido Socialista Popular, o lo contrario, un lío de esos entre viejos revolucionarios, ninguno de los dos quería aparecer, en cuestiones de ideología, filosofía y superestructura, menos radical que el otro, lo cual vendría a ser el tercer gran problema de nuestro país: que tú hundes la industria azucarera o acabas con el sistema eléctrico nacional y no pasa nada, si acaso te nombran director de Cultura en alguna provincia, pero no resbales en el terreno de la ideología o la superestructura porque no levantas cabeza jamás.

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